jueves, 24 de octubre de 2013

FOTO-CONCURSO "MOMENTOS DE MUERTE Y TRADICIÓN"



FOTO-CONCURSO
“Momentos de muerte y tradición”
La Academia de Español de la Escuela Secundaria N. 1 , organiza el Primer Concurso de Fotografía Creativa con el tema “Momentos de muerte y tradición”. Este concurso pretende fomentar la creatividad plástica y artística dentro del ámbito de la lectura en todos sus aspectos y dimensiones. La finalidad del concurso será la selección de fotografías relacionadas con la muerte en el marco del Proyecto Colaborativo que se realizará en el plantel con el objetivo de fomentar la creatividad, el gusto por los libros, la lectura y escritura en general.

Bases del Concurso

1.- Podrán participar en este concurso cualquier alumno de la Escuela Secundaria Técnica N. 1.


2.- Cada concursante podrá presentar un máximo de dos fotografías  relacionadas con el tema propuesto: “Momentos de muerte y tradición”. Se trata de reflejar el mundo de la creatividad de los alumnos en cualquiera de sus dimensiones: humana, educativa, cultural, recreativa, familiar, social, etc.
3.- Deberán ser fotografías inéditas, que no hayan sido presentadas en otros concursos y que no sean bajadas de internet. Esto último ocasionaría la descalificación inmediata del concursante.
4.- Las fotografías podrán presentarse en dos formas:
a.- Formato electrónico:

Se aceptarán los siguientes formatos: .jpg; .tif; .png; .psd y .bmp.

Cada trabajo deberá tener una re solución mínima de 300 píxeles por pulgada. Los trabajos que se presenten en este formato serán enviados a la dirección de
correo electrónico suheilara@gmail.com.

En el correo electrónico, el concursante indicará los siguientes datos:
nombre, apellidos, edad, dirección completa y teléfono . En este correo deberá indicarse el número de trabajos que se envía (dos fotografías máximo), el título de cada uno y una breve descripción o explicación del mismo.

b.- Formato papel:

Las fotografías que se presenten en formato papel podrán tener tamaño 6 x 8 y deberán ser montadas en dentro de un tamaño de cartón fotográfico negro o blanco mínimo de 24 x 30 cm máximo de 40 x 60 cm. Las fotografías no deberán ir montadas ni reforzadas sobre cartulina; tampoco se podrán presentar enrolladas.


Deberán ir acompañadas de un título y una breve descripción o explicación de las mismas. Se hará constar al dorso de cada fotografía el título de la obra y nombre, apellidos, domicilio, teléfono y correo electrónico del autor.



Las fotografías que se presenten en formato papel serán entregadas a la Profesora Suhei Lara en el aula 4.

5.- Se admitirán trabajos a partir de la emisión de esta convocatoria y tiene como fecha de cierre el 31 de octubre a las 13:00 hrs.
6.- El fallo del concurso se hará público el mismo día de la presentación, el día 1 de noviembre y se premiarán dos categorías:
a) La calidad, expresión y composición de la(s) fotografías.
b) La composición literaria que describa la fotografía.
Este fallo será inapelable.

7.- Premios:
El  primer premio consistirá en: Estímulo monetario y paquete de libros.

El segundo premio consistirá en: Estímulo monetario y paquete de libros.

El tercer premio consistirá en: Estímulo monetario y paquete de libros.

lunes, 14 de octubre de 2013

El desventurado (o pobre) novio de Aurelia

“El pobre novio de Aurelia”, de Mark Twain





L
os detalles del caso de que ahora voy a daros cuenta llegaron a conocimiento mío a través de la carta de una muchacha que vive en la hermosa ciudad de San José, una muchacha que me es completamente desconocida y que firma sencillamente Aurelia María, usando tal vez un nombre que no es el suyo.

Pero dejemos a un lado todo esto y vayamos al grano: esa pobre chica tiene casi deshecho el corazón a causa de las desgracias que ha tenido que padecer, y se halla en una indecisión tan grande ante los consejos opuestos de amigos despistados y enemigos astutos, que no sabe ahora qué camino seguir para desenredarse de la red de problemas en que parece casi irreparablemente envuelta. En su tribulación, se dirige a mí en busca de apoyo y me pide que la oriente y aconseje, con una dramática elocuencia capaz de derretirle el corazón a una estatua. Oíd su triste historia.

Dice Aurelia María que, cuando tenía dieciséis años, conoció y amó, con todo el afecto de su carácter sano y apasionado, a un muchacho de Nueva Jersey llamado Williamson Breckinridge Caruthers, más o menos seis años mayor que ella. Así que se hicieron novios, con el espontáneo consentimiento de todas sus amistades y parentelas, y durante cierto tiempo pareció que su vida estaba llamada a singularizarse por una inmunidad contra la mala suerte que sobrepasaba el cupo de que habitualmente disponen las personas.

Finalmente, cambió la estrella de su buena racha. El joven Caruthers contrajo unas viruelas de la peor especie, y, cuando la enfermedad lo dejó, tenía la cara llena de hoyos, como un molde para flan, y su atractivo personal se había esfumado para siempre.

Aurelia pensó durante el primer momento en romper su compromiso, pero, compadecida de su desventurado novio, optó solamente por retrasar una temporada la fecha de la boda y ponerlo a prueba.

La víspera misma de la ceremonia y extasiado en la contemplación de un globo, Breckinridge se cayó a un pozo, se quebró una pierna malamente y tuvieron que cortársela por encima de la rodilla. Otra vez su Aurelia sintió deseos de romper el compromiso y ahora del todo, pero otra vez triunfó el amor. Hubo un nuevo aplazamiento de la boda y, con él, una nueva oportunidad a Breckinridge para que se rehiciera.

Mas de nuevo sorprendió la desdicha al desgraciado galán. Una desdicha de doble sello patriótico e industrial, ya que el prematuro disparo de un cañón que conmemoraba el 4 de Julio le hizo perder un brazo, y tres meses más tarde una cardadora mecánica le arrancaba el otro. El corazón de Aurelia María quedó casi triturado a causa de estas últimas calamidades. La entristecía hondamente ver cómo iba perdiendo a su amado a pedacitos, y dándose cuenta, como se la daba, de que él no podría resistir indefinidamente tan galopante proceso de reducción, aunque no sabía cómo detener su espantable carrera. En su acongojante desesperación, la chica, como los corredores de Bolsa que por esperar pierden, casi llegó a arrepentirse de no haberse adueñado de su Breckinridge al principio, antes de que hubiera sufrido tan alarmantes depreciaciones. Pero, así y todo, su animoso corazón la sostuvo y decidió aguantar un poco más las antinaturales tendencias del ser amado.

Nuevamente se aproximó el día de la boda y nuevamente fue ensombrecido por un vistoso contratiempo: Caruthers cayó con la erisipela y perdió enterito uno de sus ojos. Entonces, los amigos y los parientes de la novia, decidiendo que la muchacha ya había tolerado más de lo que razonablemente se podía esperar de ella, insistieron ahora en que se deshicieran para siempre el compromiso y el noviazgo. Sin embargo, y al cabo de unas breves dudas, Aurelita, con la generosidad que la caracterizaba, declaró que lo había pensado muy bien y que no hallaba muestras de que pudiera culparse a Breckinridge de nada.

De manera que fue aplazada una vez más la fecha de la boda, y poco después el novio se rompió la otra pierna.

Fue realmente un día muy duro para la pobre muchacha aquel en que presenció cómo los cirujanos se llevaban el saco cuyo uso ya conocía por experiencia previa, y en que se le reveló la triste verdad de que una porción más de su amado acababa de marcharse para siempre. Sintió que el campo de sus amores se iba reduciendo de día en día. Pero, una vez más, se mostró enérgica con sus parientes y renovó su compromiso.

Muy poco antes del nuevo día fijado para el casorio, sucedió otro desastre. Todos recordaremos que, el año pasado, los indios bravos del río Owens no arrancaron la cabellera más que a un hombre; pues bien, ese hombre era Williamson Breckinridge Caruthers, natural de Nueva Jersey. Se dirigía presurosamente a su casa, llevando la felicidad en el pecho, cuando perdió el pelo para siempre: hora de verdadera amargura en la que casi maldijo la equivocada compasión que había respetado su cabeza.

Aurelia María, por fin, se encuentra seriamente perpleja sobre lo que ha de hacer. Ama todavía a su Breckinridge —me escribe— con auténtica ternura femenina; ama lo que aún queda de él. Pero sus padres se oponen rotundamente a la boda porque el fragmento carece de bienes y está incapacitado para el trabajo, y porque ella no cuenta con los suficientes medios como para sostenerse ambos con decoro.

«¿Y ahora qué hago?», me pregunta con afligida ansia.

Sé que se trata de un asunto delicado, de un asunto que decide para toda su vida la felicidad de una mujer y la de casi las dos terceras partes de un hombre. Me doy cuenta, pues, de que hacer algo más que una simple sugerencia sobre el asunto, significaría tomar demasiada responsabilidad en el caso.

¿Y si se proveyese al hombre de cuanto le falta? Si Aurelia puede pagárselos, que proporcione a su mutilado amante brazos de madera, piernas de madera, un ojo de cristal y una buena peluca, y que lo ponga a prueba nuevamente, ¿no?

«Dele usted otros noventa días, ni uno más, y si no se desnuca en ese plazo, cásese con él y corra ese riesgo. No me parece, Aurelia, que de todos modos sea demasiado riesgo, ya que si él se obstina en su curiosa propensión a averiarse cada vez que encuentra manera de hacerlo, su próximo experimento deberá estar destinado a acabar con él del todo, y entonces, casada o soltera, quedará usted libre. Si al ocurrir eso ya estuviera usted casada, las piernas y brazos de madera y otros artículos análogos que de valor posea, han de pasar a la viuda, así que, como puede comprobar, no se expone a perder más que la querida fracción de un noble pero desdichadísimo esposo, que luchó honradamente por portarse como está mandado pero cuyos extraordinarios instintos estaban en su contra. Inténtelo, Aurelia María. He pensado mucho y detenidamente sobre el asunto y creo que es lo único que puede usted hacer. Verdaderamente, hubiera sido una feliz idea, por parte de Breckinridge Caruthers, empezar por el cuello y haberse desnucado de entrada. Pero, ya que le ha parecido más adecuado escoger una política distinta y prolongarse durante el mayor tiempo posible, no creo que debamos reprochárselo, si eso le divierte. Hagamos lo que podamos, dadas las circunstancias, y procuremos no impacientarnos con él».

martes, 8 de octubre de 2013

Temario del Bloque I para alumnos de Español 2



Guía para el 1er examen bimestral.
Español 2

Temario

1.- Qué es una revista temática
2.-Qué datos debe incluir una ficha bibliográfica y una referencia de información sacada de internet.
3.- Los nexos y conectores (Estudiar los tipos que hay)
4.- Qué son las Variantes dialectales del español
5.- Estudiar los tipos de variantes: socioculturales, geográficas y lingüísticas.
6.- Extranjerismos, regionalismos e indigenismos.
7.- Galicismos y anglicismos
8.- Arcaísmos y barbarismos.
9.- Qué es el cuento y ambiente del cuento.
10.- Cuáles son los elementos del ambiente del cuento
11.- Estudiar la trama del cuento El Clis de Sol.

jueves, 3 de octubre de 2013

Trabajos sobre Regionalismos, Extranjerismos e Indigenismos

Este es el espacio para que suban sus canciones, poemas y anécdotas utilizando o recurriendo a las variantes dialectales. No olviden dejar sus datos, nombre completo, grado y grupo al final del comentario.

Les dejo el video y la letra de otra canción donde se usan las variantes.

La chica banda
Grupo: Café Tacuba

Letra de la canción

Me he enamorado de una chica banda,
me he enamorado de su negra piel,
pelos pintados flexi-botas negras
y es de las morras de la secu 23.

Pelos parados como un penacho,
bailes como ritos a Xipe-Totec,
su piel morena chichimeca
pero en el punk ella aún cree.

Y yo le dí mi amor
en un concierto del atoxxico.

Su padre es de San Juan Chamula
su madre vino desde Tzintzuntzan
pero el líder de los sexmolcajates punk
ha nacido en la gran Tenochtitlán.

1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8...Disco.

Y yo le dí mi amor en un concierto de Rebel D'Punk.